Los productos de caucho, moldeados por inyección y de aleación de zinc-magnesio-aluminio se endurecen y fragilizan al disminuir la temperatura, perdiendo progresivamente su elasticidad. Cabe destacar que, por debajo de su temperatura de fragilización, incluso una fuerza mínima puede provocar que estos materiales se rompan. A bajas temperaturas, la rebaba (el exceso de material alrededor del producto) se fragiliza más rápidamente que el propio producto. Durante el periodo crítico en el que la rebaba se ha fragilizado pero el producto aún conserva su elasticidad, se utiliza la pulverización a alta velocidad de gránulos de plástico especialmente diseñados para impactar el producto. Este proceso elimina eficazmente la rebaba sin comprometer la integridad ni la calidad del producto.